.Todo cambia. Por más que repitas una cosa dos veces, nunca va a ser como la primera oportunidad. El cambio es constante, nadie puede resistirse o negarse a él. Resistirse a cambiar es como abstenerse de nuevas propuestas e ideas que van surgiendo a lo largo de nuestra vida constantemente. No podemos resistirnos del paso del tiempo, siempre vamos a salir perdiendo porque es inevitable que esto ocurra y no es posible frenar esto.
Muchas veces, aunque no nos damos cuenta, estamos cambiando. Es algo inevitable. Cambiar no ocurre cuando alguien te dice: "che, estás re distinta, te pasa algo?" o "antes no eras así, vos cambiaste". El cambio ocurre en nuestro interior y es casi imperceptible.
El cambio ocurre constantemente. Quizá la clave sea cambiar con el cambio, algo que muchas veces consideramos como progreso.
Si no cambiás con el cambio, el día que te das cuenta que nada es lo mismo, ahí te vas a dar la cabeza contra la pared y arrepentirte de no haberte avivado antes de lo que estaba pasando a tu alrededor. Por eso nunca es bueno negar las vueltas de la vida y las nuevas oportunidades a las cuales nos afronta el destino constantemente.
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